1. Castillo de Heidelberg
El Castillo de Heidelberg es una parada obligatoria para los visitantes de Heidelberg. Ubicado en la colina de Königstuhl, este castillo combina historia, arquitectura impresionante y vistas panorámicas de la ciudad y el río Neckar.
Construido en el siglo XIII, el Castillo de Heidelberg ha sido testigo de muchos eventos históricos a lo largo de los años. Fue residencia de los príncipes electores del Palatinado y hogar de la Universidad de Heidelberg. Actualmente, es uno de los castillos más famosos de Alemania y un importante símbolo de la ciudad.
Al visitar el Castillo de Heidelberg, los turistas pueden explorar sus diferentes áreas, como el Gran Barril, una de las barricas de vino más grandes del mundo, y el Jardín de los Príncipes. Además, desde los patios y terrazas se pueden disfrutar de espectaculares vistas panorámicas de Heidelberg y sus alrededores.